jueves, 16 de abril de 2020

¿Quién no recuerda a este “misterioso” objeto interestelar, Oumuamua?

Descubierto el 19 de octubre de 2017 y que tanto diera que hablar (y especular) dado su forma, la que es alargada pero chata y cuya velocidad se incrementaba y sufría variaciones, no siendo afín a los modelos que la física indicaría. Sin embargo… ahora sí.

Llamado finalmente Oumuamua, (1I / 2017 U1) dio en su momento para que nacieran teorías, hipótesis y algunos divagues aplaudidos fervientemente por los defensores de la teoría OVNI… pero la realidad, demuestra otras cosas. 

Así parecen indicar los estudios realizados por un equipo de trabajo encabezado por Yun Zhang, de los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia de Ciencias de China junto al su coautor, Douglas NC Lin, de la Universidad de California y profesor emérito de Astronomía y Astrofísica en la Universidad de California en Santa Cruz, cuyos resultados fueron publicados el 13 de abril en la revista “Nature Astronomy”. (https://www.nature.com/articles/s41550-020-1065-8)

En él (sintéticamente) explican que se realizaron modelos por computadora, los cuales demostrarían que cuerpos con esa “extraña” forma, son factibles y podrían ser mucho más habituales de lo pensado. 


En el caso de Oumuamua, sus medidas son 230 X 35 X 35 metros, con una rotación de alrededor de 8 hs

Se formarían a causa de la fragmentación ocasionada por la fuerza de marea generada al pasar el cuerpo progenitor (planeta- planetoide, etc.) muy cerca de su estrella en reiteradas oportunidades, lo que a causa del calor y la fuerza de marea, formarían estos fragmentos planos y alargados, y durante el proceso, podrían ser expulsados de su sistema planetario, aunque este punto requiere de más evaluaciones.

“ ‘Nuestro objetivo es crear un escenario integral, basado en principios físicos bien entendidos, para juntar todas las pistas tentadoras’, añade Lin”, según dice el artículo publicado en Europapress.es
(https://www.europapress.es/ciencia/astronomia/noticia-nueva-teoria-forma-alargada-objeto-interestelar-oumuamua-20200413170320.html)


Lo esperado de un cuerpo de este tipo, llegado del medio interestelar, es decir, de fuera de nuestro sistema solar, es que sea helado como los cometas que habitan la Nube de Oort, lugar en el que permanecen los restos de la formación de nuestro sistema solar y del que provienen los cometas de largo período o que se adentran una sola vez en el sistema solar.

Pero Oumuamua luce “seco y rocoso” y presenta una coloración rojo oscuro* –a diferencia de los cometas que son popularmente descritos como “bolas de hielo sucio”- además de una inusual forma alargada, aunque uno de los puntos que más llamó la atención, fue el que mostrara variaciones en su velocidad, más allá de lo que explicaría la aceleración gravitacional.

*(Tomado de Twitter de Alan Fitzsimmons - @FitzsimmonsAlan) 27 de oct de 2017
Espectro de A / 2017 U1 obtenido el miércoles por la noche con el@INGLaPalma4.2m WHT.
El color es rojo como los objetos del cinturón de Kuiper, sin rasgos distintivos. 


La hipótesis es que, dado los sucesivos acercamientos a su estrella, la superficie rocosa del fragmento se fundiría y luego al alejarse, se solidificaría nuevamente, dejando atrapado –por ejemplo aunque muy probablemente- hielo de agua, el que al acercarse –como el caso de Oumuamua- al sol este hielo se sublimaría (pasando de sólido a gaseoso sin pasar por estado líquido) en pequeñas cantidades, impulsándolo y generando las variaciones de velocidad ya mencionadas, que coinciden con los modelos elaborados por Zhang.


También según estos modelos, se demostraría que procesos como el descripto, serían comunes, razón por la cual, podrían existir gran cantidad de cuerpos interestelares como este.

Por último, cabe aclarar, que se trata de una hipótesis basada en modelos generados en computadoras, que no se contradice en sí misma, pero como toda hipótesis científica, necesita ser comprobada y un modo de que ello ocurra, será estando atento y comprobar si otros objetos interestelares se adentran al sistema solar y mantienen comportamientos similares, y/o tienen la misma forma alargada, en este caso, con una proporción de 1 a 10.

Recopilación de datos y texto: Claudia C. Pérez Ferrer
Ilustración de Oumuamua: ESO/M. Kornmesser - ESO
Trayectoria de Oumuamua: JPL/NASA