miércoles, 28 de octubre de 2020

¿Qué hay de la "Luna azul" del sábado 31?

Nadie verá este sábado 31 a la Luna color azul, pero es algo relacionado con la cultura de los Estados Unidos, sobre todo, los habitantes de las zonas rurales, quienes le ponían nombre a la Luna llena de cada mes, cosa que ya pudimos escuchar, cuando nos hablaron de “la Luna de hielo”; “de frutillas”; “la Luna rosa” (en realidad, de las rosas…) o la repelente “Luna de gusanos”, dado que se relacionan con las actividades y épocas del año correspondiente a esas latitudes, es decir, hemisferio norte.


Así habría sido, según una extensa investigación de la revista Sky&Telescope publicada en 1999, la que habría resuelto el “misterio” de la razón de llamar “Luna azul” a la segunda Luna llena de un mes calendario, porque una “Luna azul” es simplemente eso. 

Hace referencia a esta segunda Luna llena en un mes como algo “imposible” o “muy poco probables” en una expresión idiomática propia de los Estados Unidos.

Dado la “globalización” esto fue cundiendo por el mundo, así como se multiplican las supuestas explicaciones del motivo de llamarla así.
Nosotros, nos centramos en el trabajo de Sky&Telescope.

Ahora ¿es tan difícil que se produzcan dos lunas llenas en un mes?
No. Se dan a un promedio de 36 meses, o si prefieren, dos años y medio.

Es una cuestión matemática.
Veamos.
Si la Luna para completar una vuelta a la Tierra demora unos 28 días (redondeando), no hay razón para que no “quepan” dos Lunas llenas en un mes, pero sí ocurre que como los meses tienen 30 o 31 días, la fecha en la que cae la Luna llena, va variando y si miran un poco el calendario de la cocina (¿aún existen?) verán que cada mes, la fase de llena lunar, se va adelantando alrededor de un día cada mes.

Obviamente, que esto lo estamos simplificando, ya que también contamos con un mes como febrero, de sólo 28 o 29 días, además de que una lunación completa es de 28 días y fracción, pero básicamente, esto es lo que se da.

Ahora, como siempre decimos: cualquier excusa que encuentren para salir a mirar la Luna, es buena.
No la verán ni azul, ni verde ni violeta. A lo sumo, dorada, naranja o amarillenta a su salida –estando cercana al horizonte- según el estado de la atmósfera.

En el mes de octubre, tuvimos Luna llena el día 1° de octubre, a las 18.05 hs argentina y la siguiente será el 31, a las 11.49 hs, la que se denominaría “azul”.

¿Cuándo será la siguiente?

En agosto del 2023, cuando tengamos Luna llena los días 1° y 30 (para el huso horario argentino; 31 en Tiempo Universal)

¿Qué hay de la Luna llena de este sábado?
No hay mucho que agregar.

En el caso de Mar del Plata, saldrá a las 19.34 hs, por si quieren –y pueden- verla salir sobre el mar y se ocultará a las 05.58 hs.

Se encontrará a una distancia de 405.958 km, con las estrellas de fondo de la constelación de Aries, el carnero, constelación de estrellas en general muy poco brillantes, por lo que es imposible “ver” un carnero por allí, pero bueno. Ya sabemos de la imaginación de los antiguos.

A unos 26° (poco más de un palmo) de la Luna, se destaca muy bien, Marte, que continúa muy brillante y luce su característico color rojizo.
Recopilación y textos: Achernar
Infografía: Claudia C. Pérez Ferrer / Achernar

martes, 27 de octubre de 2020

Encuentran moléculas de agua en la Luna

Habiendo creado el suspenso previo que ya se ha vuelto habitual en la NASA, tanto en los medios como el público en general, hoy se dio a conocer el anuncio oficial sobre el hallazgo de agua en la Luna.

Lejos de haber sido por el trabajo se una sonda espacial ni inmensos telescopios en tierra, el descubrimiento fue realizado gracias al avión especialmente equipado conocido como SOFIA, que son las siglas en inglés de Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja, perteneciente a la NASA.

Alto.
Nada de lagos, ríos u océanos.
Apenas moléculas de agua, que astronómicamente, no es poco.

Si bien había indicios de la presencia de agua en las partes iluminadas de la Luna (recordemos que hasta el momento, se buscaba agua en forma de hielo en el fondo de cráteres a los que nunca llega el sol, ubicados en los polos lunares) -según dice el director de la División de Astrofísica en la Dirección de Misiones Científicas, Paul Hertz- no habían podido detectar las conocidas molécula de H2O en dichas zonas, en este caso, en cráter Clavius, catalogado como “planicie amurallada” de unos 225 km de diámetro, ubicado al sur de la Luna.

Esto, según amplía, es un nuevo desafío para la comprensión de la superficie lunar.

La cantidad de moléculas detectadas, en comparación con el desierto del Sahara, es 100 veces menor, pero como ya dijimos, esto, aunque sea tan poco, plantea un sinfín de nuevas preguntas sobre la Luna.
¿Qué hace que las moléculas permanezcan allí sin escapar al espacio?
¿Cómo se originó esta presencia en la Luna?
¿Será un proceso más complejo, por interacción del viento solar, con minerales de la superficie y micro meteoritos, que generara una reacción química?

Pero hay más preguntas.
¿Cómo logra conservarse allí el agua?

Más allá del descubrimiento o confirmación de las sospechas, parte de la gran sorpresa para los científicos, radica en que esto ocurrió durante una especie de prueba, ya que fue la primera vez que SOFIA observaba la Luna, intentando -sin estar muy seguros de obtener éxito- descubrir lo que se descubrió.

Una de las puertas que abre el hallazgo, es pensando en las futuras misiones de larga estadía en la Luna, que según lo planeado, serían la antesala de la llegada del ser humano a Marte. (Proyecto mundial Artemisa)

Pero ya nos estamos yendo muy lejos.
Por ahora, disfrutemos de la Luna, sabiendo que por allí, en algunas partes de ella, existen –por ahora- algunos puñados de moléculas de agua.

Salga, mírela y sueñe…

Imágenes: NASA / Daniel Rutter
Foto de la Luna: Fernando García / Achernar
Fuente: NASA
Recopilación y textos: Claudia C. Pérez Ferrer / Achernar

lunes, 5 de octubre de 2020

Semana Mundial del Espacio 2020

4 al 10 de octubre: Semana Mundial del Espacio 
El 4 de octubre de 1957, Rusia puso en órbita el primer satélite artificial de la historia, el Sputnik 1, siguiéndole apenas un mes después, el 3 de noviembre, el lanzamiento del Sputnik 2, que ya llevaba abordo a la recordada perrita Laika.
No hace falta aclarar, que le siguieron un sinnúmero de satélites, tanto de origen ruso como norteamericano, para que luego, paulatinamente se sumaran toda Europa unida en la ESA -Agencia Espacial Europea-, China y Japón en los lanzamientos, aunque muchos más, comenzamos (R. Argentina incluida) a construir en gran parte satélites, tanto científicos como de comunicaciones.

En el caso de la R. Argentina, desde los ’90 con la línea de los SAC -Satélite Aplicaciones Científicas- y con los redituables ArSat de comunicaciones y algún que otro instrumento científico para aprovechar espacio excedente, además de los conocidos SAOCOM que actualmente orbitan y estudian la Tierra.
En el mundo, se pasó de los satélites a naves espaciales capaces de llevar seres humanos al espacio y hasta la Luna y traerlos sanos y salvos a la Tierra.

Sondas espaciales de todos los orígenes pueblan el Sistema Solar estudiando todo, llegando incluso, a sus confines, tal el caso de las Viajero 1 y 2.

Pero para el común de la gente, esto son aspectos “alejados de nosotros” y muchos lo ven como un mero “malgasto de dinero”, sin conocer la inmensa cantidad de beneficios derivados de las investigaciones relacionadas a estas misiones que nos rodean a diario.

Desde la cocina, a la medicina. Mecánica, meteorología, comunicaciones, biología y tantas otras cosas más, se vieron mejoradas gracias a la “conquista espacial”.

¿Cómo cree que se inventó la aspiradora de mano?

Por la necesidad de los astronautas de quitar de sus trajes el polvo al reingresar al módulo, los astronautas que fueron a la Luna (por cierto, si no lo recuerda, 12 personas caminaron por allí)

¿Y el scanner?

Para ordenar los millones de piezas que conformaban los descomunales cohetes Apolo

¿Y el popular formato mp3?

Para solucionar una importante falla en la antena principal de la sonda espacial Galileo, la que luego, con mucho éxito, investigó a Júpiter orbitándolo por 8 años.

¿Y los filtros purificadores de agua que se utilizan en zonas de desastre?

De los filtro elaborados para las naves espaciales, al igual que los de aire. 
Podríamos continuar por semanas enumerando ejemplos.

Por estas razones, en 1999, la ONU -Organización de Naciones Unidas- sugirió establecer una fecha al año, para acercar toda esta información a la población en general y se eligieron como fechas para hacer una semana mundial, el 4 de octubre, por lo ya dicho, y el 10, por ser el día en que en 1967 se firmó el Tratado para el Uso Pacífico del Espacio.

Una semana para descubrir, aprender y sorprenderse, este año, bajo el lema “los satélites mejoran la vida”.

No la dejen pasar. 

Por cierto, si mejoran las cafeteras a cápsulas, se lo debemos a las que se perfeccionaron para la Estación Espacial Internacional (ISS) y la astronauta italiana Samantha Cristoforetti, quién permaneció allí varios meses y no quería perderse de su “ristretto”, algo que luego también disfrutó el astronauta italiano Paolo Nespoli. 

¿Qué tal tomarse un café mirando la Tierra por la ventana… desde el espacio? 

(Astronautas/ISS) ESA/NASA
Sputnik 2, Uso libre, autor desconocido
SAOCOM: InVap/CONAE
Viajero: JPL