viernes, 18 de diciembre de 2020

El lunes 21, una espectacular conjunción de Júpiter y Saturno. ¿La “Estrella de Belén”?

Hace más de un mes, que venimos sugiriéndoles que cada atardecer, miraran hacia el sudoeste, para ver cómo se iban aproximando esas dos “estrellas” brillantes, que en realidad son dos planetas, Júpiter y Saturno. 
Para el lunes 21, estará visualmente muy cercanos, en lo que en astronomía se denomina una “cerrada conjunción”, con una separación de 0° 06’ de arco.

Así se veían Júpiter y Saturno hace un mes
Aquí, vamos a detenernos para hacer algunas aclaraciones.

La última vez que estos dos planetas estuvieron visualmente tan cercanos como ahora (aunque se reúnen en el cielo cada alrededor de 20 años) fue el 25 de agosto del año 1563, pero la noticia que circula dice que “hace 800 años que no están más cercanos aún”, pero esto, tampoco es así, ya que dentro de la exquisita exactitud astronómica, estuvieron a 0° 05’ de arco el 16 de julio del año 1623, es decir, hace 397 años, no 800.

Pensamos que, como en otras ocasiones, las traducciones juegan malas pasadas, ya que debería decirse que para encontrar una conjunción mucho más cerrada que estas, allí sí, hay que remontarse al 5 de marzo del año 1226, cuando estuvieron separados por tan sólo 0° 02’. 

Así se veían Júpiter y Saturno hace unos días
Ahora, se le ha dado en llamar “la Estrella de Belén”, dando por sentado que esta conjunción habría sido el evento astronómico que la formó, pero… 

Ocurre que existe una rama de la astronomía, llamada “arqueoastronomía” que se dedica a investigar en antiguos escritos (novelas, mitos, leyendas, Escrituras, etc.) la veracidad o concordancia de lo que se relata con lo ocurrido en el cielo y en realidad, hay dos teorías.

Muy larga y detallada es la historia de esta investigación (siempre lo comparamos con investigaciones policiales), pero simplificando mucho, se fue descartando que fuese realmente un cometa, porque sabido es que en la antigüedad, eran de malos presagios, pero aparentemente, comenzó a utilizarse como “La estrella guía” a partir de una pintura mural llamada “La adoración de los Reyes Magos” del artista italiano Giotto, (1267-1337), quién habría visto el paso del cometa Halley en 1301.

También se descartó el estallido de una supernova, ya que en ese caso, deberían encontrase los restos (como una nebulosa) y esto no ha sido así.

Se buscó entonces, en estas conjunciones guiándose por otros eventos astronómicos para aunándolos, poder llegar a una fecha más aproximada. Surgieron varias, pero hay dos que cuentan con más adherentes.

Para algunos, la conjunción de los plantas Júpiter y Saturno, en el año 7 AC, sobre las estrellas de fondo de la constelación de Piscis, los peces, habría sido la Estrella de Belén.

Pero otra teoría, indica que habría sido una conjunción mucho más brillante, la de los planetas Venus (El Lucero) y Júpiter, sobre las estrellas de fondo de la constelación de Leo, el león, ocurrida el 17 de junio del año 2 AC, cuando estuvieron visualmente tan cercanos, que Venus –de haberse inventado ya el telescopio- se hubiese visto entremezclado con las lunas de Júpiter…

Como en un “Boca-River”, cada teoría tiene sus defensores y detractores.

Reiteramos, que esto es una síntesis extremadamente simplificada.

En definitiva, nadie puede asegurar a ciencia cierta, qué fue la Estrella de Belén, lo que no le resta valor y encanto a seguir estas conjunciones y deleitarse mirando el cielo.

Regresando a la época actual, digamos que en el atardecer del lunes, mirando muy bajo sobre el horizonte sudoeste, podrán verse a estos dos planetas gigantes gaseosos, que además, son los más grandes del sistema solar, visualmente muy cercanos entre sí.

Tengan siempre presente que es sólo una cuestión de perspectiva vistos desde la Tierra, ya que todos, incluido nuestro planeta, orbitamos al sol y vamos notando estos movimientos, similar a cuando viajamos por la ruta y al costado del camino vemos que más adelante hay un cartel publicitario, también un árbol sobre el horizonte, pero a medida que nos acercamos, los vemos cada vez más juntos y cuando los sobrepasamos, parecen estar muy juntos.
¿Se entiende la idea?

En este caso, las distancias reales al momento de la conjunción, serán de 887 millones de km a Júpiter, y mucho más lejos, a 1.620 millones de km, Saturno. 
Lucirán en esos momentos, magnitudes de -2 y 0.6 respectivamente. 

Estrella de Belén o no, es un hermoso espectáculo que nos regala la naturaleza.

Déjense llevar imaginando tamaños, distancias, perspectivas…

Como siempre: miren, disfruten, compartan y si quieren o puedes, tómele alguna foto.

Pero cuidado, no dejen de disfrutar de lo que ven a simple vista por lograr la captura. Las fotos nunca son lo mismo que verlo directamente en el cielo.

Todos… ¡A mirar el cielo!

Recopilación y textos: Claudia C. Pérez Ferrer / Achernar
Infografía: Achernar
Fotos: de la autora.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Un ping-pong de preguntas y respuesta sobre el eclipse

(Ideal para los medios y conocer nuestro “desafío viral”)

REMARCAMOS QUE NUNCA DEBE MIRAR AL SOL DIRECTAMENTE O CON PROTECCIONES CASERAS, IMPROVISADAS, YA QUE DEJAN PASAR LOS RAYOS UV E INFRARROJO, QUE DAÑAN LA VISTA.

¿A qué hora comenzará?
Esto varía según la ubicación. En Mar del Plata, a las 12.05 hs
¿Cuánto dura? 
En este caso, durará 2 hs 53 m

¿A qué hora será el máximo?

(En Mar del Plata) A las 13.35 hs

¿A qué hora finaliza?
14.57 hs

¿Será un eclipse total?

Sí. Pero no visible así desde Mar del Plata.

¿Desde dónde se verá la totalidad?
Desde la Patagonia argentina, a lo largo de una franja que cruzará el país, de 90 km de ancho.
¿Y desde Mar del Plata?
El sol será ocultado en un 89.6%.

¿Se hará oscuro aquí?

No como en dónde se vea la totalidad, pero notaremos que la luz se vuelve similar a un día nublado.

¿Hay que ir a algún lugar en especial para seguirlo?
No. El sol estará muy alto ya que ocurrirá al mediodía. En Mar del Plata, a una altura de entre 73° al comienzo, y 57 al finalizar.
¿Por qué se producen los eclipses de sol? 
Los eclipses de sol se producen en la fase de Luna nueva, que es el momento en que la Luna está pasando por la misma dirección del cielo en la que se encuentra el sol (la Luna nos queda a contraluz y no la podemos ver), como la órbita de la Luna está inclinada 5° respecto a la eclíptica (plano general del sistema solar), habitualmente, pasa por “arriba” o “abajo” del sol, pero de vez en cuando, acierta pasar frente al sol ocultándolo a nuestra vista.

¿Pero la Luna es mucho más chica que el sol?

Si.
Es unas 400 veces más chica, pero como la tenemos 400 veces más cerca, hace que los veamos a los dos casi del mismo tamaño.

Se dice que no veremos otro desde aquí, hasta el año 2048 ¿Es así?
Para ver otro eclipse total, sí, pero dentro de 7 años, en el 2027, ocurrirá un eclipse anular de sol, que veremos completo, incluido la anularidad, (de 7 minutos, 36 segundos) desde Mar del Plata.
¡No tendremos que viajar a ninguna parte para verlo!

Pero… ¿Qué es un “eclipse anular de sol”?
Sabemos que la Luna no está en todo momento a la misma distancia de la Tierra, esto hace que varíe el tamaño visual. Más cerca, más grande; más lejos, más chica.

Durante un eclipse anular, la Luna se ve más chica y no alcanza a cubrir totalmente el disco solar, dejando un “anillo” de sol a su alrededor, por eso se denomina “anular”.
¿De qué modo sencillo puede seguirse el eclipse sin peligro de dañar la vista?

El más común y fácil es, hacer una pequeña perforación en un cartón/cartulina y dejar pasar la luz a través de él sobre una superficie lisa. Veremos allí como “lunitas” que en realidad, nos muestran al sol, con la parte faltante, oculta por la Luna.

Este efecto, puede verse en forma natural, mirando la sombra de la copa de un árbol, las plantas, etc. y se ha puesto de moda, utilizar una espumadera, la que proyecta múltiples imágenes del sol eclipsado y tomarle fotos.
Proponemos un desafío viral: #elsolporlaespumadera

¡Envíen a Achernar sus fotos!

Será el modo de compartir el eclipse a la distancia, en este contexto de Coronavirus que nos toca vivir.

Una propuesta lúdico educativa para compartir en la familia o entre amigos, como siempre, en las actividades de Achernar.

…Ya nos conocen.

Texto: Achernar
Infografía: Achernar
Fotos: astrofisicayfisica.com (espumadera) De archivo (follaje) Claudia C. Pérez Ferrer (Proyección eclipse)
Mapa: NASA

martes, 8 de diciembre de 2020

Gemínidas 2020

A medida que pasan los días, crece la expectativa por la lluvia de meteoros Gemínidas, la que como su nombre lo indica, parece provenir de la constelación de Géminis, los gemelos, y de la que podemos encontrar registros desde el año 1862, siendo considerada una de las 3 más importantes del año.
Como sabemos, las lluvias de meteoros, se producen cuando al Tierra en su andar alrededor del Sol, cruza una nube de partículas, siendo éstas, producto del paso de algún cometa, ya que al sublimarse el hielo mezclado con polvo que lo compone, forma su característica “cola”, dejando estas partículas como una suerte de estela en el espacio.

Las partículas al ingresar en la atmósfera terrestre, se recalientan y desintegran generando una gran nube de luz (técnicamente, se ioniza el aire a su alrededor, tal como ocurre en una vieja lámpara o tubo fluorescente, en los que se excita el gas, emitiendo luz) que a muchos les hace pensar que “se ha caído una estrella”.

Sabiendo los astrónomos, el momento en que la Tierra cruzará una de estas nubes y se encontrará en el “centro” de ella, pueden predecir la “lluvia de meteoros” y su “máximo”.

Pero ¿cuántos pueden verse en las Gemínidas?
Para ser sinceros, ni por lejos lo que la gente imagina, lo que no quita que puedan verse varios más que lo habitual y sea un bello espectáculo.

La Tasa Cenital Horaria (THZ por sus siglas en inglés) predicha para este año, es de 140. ¿Qué quiere decir eso?

Que bajo las óptimas condiciones idealizadas de observación, es decir, cielo completamente despejado, seco, un lugar absolutamente oscuro, con los horizontes despejados de obstáculos visuales, sin la Luna (por la luz que propaga en el cielo) y el “radiante” (punto del cual parecen provenir los meteoros) sobre la cabeza -cenit-, uno podría llegar a ver ese número pero… la realidad es otra.

A ese número de 140, habrá que comenzar a restarle drásticamente por cada condición no dada. Luces de la ciudad; humedad; horizonte o alrededores con edificaciones y / o arboledas, etc.

El lado positivo, es que en el caso de las Gemínidas, suelen presentarse meteoros más brillantes que el promedio, causados por partículas de mayor tamaño, tanto como canicas o aceitunas y similares tamaños, y se trata en general, de meteoro “lentos”, ya que ingresan a unos 35km/s (Bueno, en astronomía esos es “lento”. En otras lluvias los meteoros andan a 75 km/s…)

Hasta el 11 de octubre de 1983, era un misterio encontrar el cometa que provocaba esta “lluvia”, pero gracias al IRAS (Infrared Astronomical Satellite o, Satélite Astronómico en Infrarrojo, en español) se descubrió que en realidad se trataba de un asteroide.

Aquí es en dónde hace su aparición: Faetón.

Aunque mucho prefieren escribirlo en inglés, Phaeton, refiriéndose al mismo asteroide y personaje mitológico griego, hijo de Helios y Clímene, quién condujo despreocupado la carroza que le permitió manejar su padre, en la que se transportaba al Sol, y por poco quema la Tierra.
Por suerte, no ocurrió y eso es sólo mitología.

Faetón y la astronomía
Astronómicamente, 3200 Faetón, pertenece al grupo de asteroides del denominado “grupo Apolo”, siendo uno de los asteroides conocidos (con o sin nombre) que tiene su perihelio (punto más cercano al Sol) más próximo, con una órbita que lo lleva tan lejos del Sol como a casi 2 y media UA (Unidad Astronómica, equivalente a la distancia media Tierra-Sol = 150 millones de km) demorando 523 días en completar cada órbita la que está inclinada unos 22º hacia “arriba” respecto a la eclíptica o plano del Sistema Solar.
Rotación de Faetón,captada por radar, desde Arecibo
Si bien, es un asteroide de unos 5 km, (los tamaños de los asteroides varían entre unas pocas decenas de metros a casi 1.000 km), con una rápida rotación, de apenas unas 3 horas y media, que no eyecta ni sublima material, la órbita que presenta es muy similar a la de un cometa y algunos teorizan que se trate de un viejo cometa ya “desgastado”, incluso por su característica de cuerpo oscuro, del que se desprende polvo y partículas, las que desencadenan las Gemínidas.

¿Y la lluvia Gemínidas?
Quienes quieran observar, podrán hacerlo, en la noche madrugada del 13 al 14 de diciembre, momento en que la Tierra, atraviese la parte central de la nube de escombros dejados al paso de Faetón, los que fueron renovados durante su paso, en los primeros días de noviembre, pero también podrán verse las noches previas y sucesivas, preferentemente, siempre pasada la medianoche, con la vista perdida hacia el Norte.

Teniendo siempre en cuenta que para estas latitudes (Mar del Plata se ubica 38º Sur) el radiante no alcanza gran altura (unos 20º) por lo que casi la mitad ya no los veremos por ocurrir “bajo el horizonte”, pero busquen un lugar tan oscuro como puedan, libre de edificaciones y arboleda, pónganse cómodos recostados con una manta a mano (al estar quietos aunque haga calor, uno termina sintiendo frío) y algo caliente para beber. Nunca está de más un mate, café o te.

Hay quienes escuchan música otros prefieren los sonidos ambiente de la noche y otros más profesionales, tienen papel y lápiz a mano para anotar aquello que se destaque, con el horario, dirección y detalles.

Recuerden que para no perder la adaptación de la vista a la oscuridad, se recomienda colocarle un celofán rojo sobre la luz de la linterna que se utilice.

Una última recomendación; relájese, salga sin expectativas y disfrute cada meteoro que vea.

Recupere el viejo placer de simplemente mirar el cielo…

Buena suerte.

Recopilación y textos: Achernar
Infografía: Claudia C. Pérez Ferrer /Achernar
Rotación Faetón: Arecibo/NASA/NFS