miércoles, 9 de agosto de 2017

40 años de las Voyager

Con el récord entre otros muchos, de ser los ingenios humanos más lejanos.
(Lo que compartimos aquí, próximo a este aniversario, es un viejo artículo publicado en ASTROSETI en español, escrito por nosotros en el 2006, ahora actualizado en algunos datos, pero conservando su esencia. Por favor, leer completo.)
 El 16 de agosto de 2006, la sonda espacial Voyager 1, luego de 29 años de viaje se convirtió en el primer ingenio humano en alcanzar la friolera de las cien Unidades Astronómicas, es decir, unos 15.000.000.000 (quince mil millones) de Km. de distancia a la Tierra. (La Unidad Astronómica equivale a la distancia promedio Tierra-Sol, igual a ciento cincuenta millones de Km. si la redujéramos a tan solo 15 cm, en escala, nuestra Voyager imaginaria se encontraría a ¡15 metros!)
EL viaje continuó, y el 25 de agosto del 2012, de acuerdo a las mediciones, el equipo de la sonda, marca como “el día en que entró en el espacio interestelar”, al llegar al punto en que predomina el viento interestelar, sobre el viento solar.
…Y su viaje continúa. Hay se encuentra ya a casi 140 Unidades Astronómicas, unos 21.000 millones de kilómetros, o si les da mejor idea expresado en tiempo luz, la que sabemos viaja a 300.000 km/s, Vayager 1 está a poco más de 19hs-luz, que es el tiempo que le demanda a las señales de radio llegar.
Un poco de historia.
Las sondas Voyager I y II son gemelas, fueron lanzadas con 15 días de intervalo (la II primero, el 20 d agosto y la I el 5 de septiembre del 1977) comenzando su largo camino espacial que las llevó a visitar a los dos gigantes gaseosos Júpiter y Saturno cargando entre otras cosas, con instrumentos para realizar diez experimentos diferentes llegando el peso total a los 850Kg.


El trayecto estuvo diseñado para ir incrementando sus velocidades, asistidas por el “envión gravitatorio” que le otorgaba su paso por cada planeta. Luego, viendo los magníficos resultados obtenidos y aprovechando una posición favorable (cercana o relativamente alineados) de Urano y Neptuno, que se da cada 175 años, se decidió enviar a la Voyager II a visitarlos, completando de este modo el recorrido por el cuarteto de gigantes gaseosos, convirtiéndose en la única sonda en haber visitado 4 planetas.
La Voyager I, en cambio, luego de su paso por Saturno, se desvió, tal como estaba previsto, a unos 35º norte del plano del Sistema Solar, con dirección al “ápex solar”, el punto en el espacio hacia el cual se dirige el Sol con todo su cortejo de planetas.
Actualmente ha cruzado la frontera del Sistema Solar, el límite entre la acción del viento solar que se expande como una burbuja y el viento interestelar que lo comprimiría.
Esto, se confirma gracias a los cuatro instrumentos que aún funcionan a bordo de la Voyager 1, que entre otras cosas, mostraría una levísima desaceleración, datos que resultan valiosísimos.
El famoso disco y un saludo
Quizá las Voyager sean mucho más conocidas popularmente por los famosos “discos” bañados en oro que llevan a bordo, conteniendo saludos y un elaborado mensaje con datos del planeta Tierra y ecuaciones científicas. El mismo, diseñado por F. Drake, el recordado C. Sagan y su segunda esposa, Anne Fruyan, está dirigido a hipotéticos seres que alguna vez pudieran encontrarse con estas naves y escuchar sonidos ambiente de la Tierra, fragmentos musicales, saludos en 55 idiomas, ver 115 imágenes y hasta el electroencefalograma de una “mujer enamorada”, todo ello elegido por un comité especial, presidido por el propio Sagan.


El 17 de febrero de 1998, Voyager I, sobrepasó la distancia a la que se encontraba Pioneer X, sonda que hasta ese entonces ostentaba el récord de más distante.
El destino final
Según se estima, las Voyager tienen energía para continuar enviando información hasta el año 2020-25, momento en que se silenciarán para siempre, pero como una vez en el espacio no hay nada que las frene, por inercia, seguirán su viaje calladamente.
La Voyager I, para ese entonces se calcula que estará a casi 20 mil millones de Km. de casa.
En 40.000 años aproximadamente, pasará por las “cercanías” de la estrella AC+79 3888 que pertenece a la constelación de la Camelopardalis (Jirafa) Estará tan cerca de ella como a ¡1.6 años-luz! (Un año-luz equivale a 9 billones y medio de Km.…)
Ambas Voyager continuarán viaje, nadie sabe hasta dónde, nadie sabe hasta cuando…
Puede que la humanidad sucumba; que la Tierra se desintegre; llegará el día en que el Sistema Solar desaparezca… pero allí, en algún lugar del espacio habrá un par de viajeros silenciosos, atestiguando que alguna vez en un lugar de la Vía Láctea, floreció la vida y evolucionó a punto tal, de construir artefactos que evidencien su existencia ante quién pudiera encontrarlos…