Magallanes en los últimos preparativos |
Si bien Venus es un planeta rocoso y tiene casi el mismo
tamaño que la Tierra, es un mundo totalmente diferente, diríamos “infernal”,
por lo que la sonda, no llevaba por misión descender allí: realizaría un
detallado mapa mediante radar.
¿Por qué radar?
Porque Venus, está permanentemente envuelto en densas nubes
que impiden a toda costa la observación de la superficie, nubes que las ondas
de radio si podrían atravesar y midiendo la demora del rebote de las ondas en
el suelo venusino, podría hacerse un mapa del suelo.
A mayor demora en “volver” la onda, mayor prefundid del suelo.
Durante años, se había observar desde Tierra con los mejores
telescopios, sin resultados favorables.
Conociendo un poco más a la "Diosa de la Belleza"
Estas nubes están compuestas, entre otras cosas, por ácido
sulfúrico, lo que hace que reflejen mucho la luz del sol, por ello Venus es
conocido popularmente como “el Lucero” o “Lucero del alba”, siendo el tercer
objeto más brillante del cielo, luego del Sol y la Luna.
Lo malo, es que estas nubes generan tormentas eléctricas,
con unos 30 rayos por segundo (sí, lo que leen) y lluvias pero… de ácido
sulfúrico (no habría paraguas que resista…), además de provocar un importante
efecto invernadero que ha llevado las temperaturas globales a la nada
despreciable cifra de 500ºC
(más que cualquier horno casero), completando las bondades venusinas, una
presión atmosférica 90 veces superior a la terrestre.
Sondas visitantes...
Por todo lo dicho, no es difícil imaginar el motivo por el
cual, las sondas rusas Venera (programa ruso llevado adelante entre 1965 y
1983) aunque fuesen confeccionadas con los más resistentes elementos, descendieron (la 13 y 14) y soportaron unas dos horas antes de ser aniquiladas,
no sin antes lograr enviar unas fotografías (Venera 13, envió 14, entre otra
información, siendo las de ella y la Venera 14 las primeras en color) de la
superficie venusina.
Suelo de Venus por la sonda Venera (Parte de su base, una tapa de la cámara y la paleta de "dispersión de Rayleigh" |
Años después llegaría la Magallanes la que logró realizar un mapa del 98% de de la superficie, además de otros importantes estudios, orbitándolo entre 1993 y 1994, momento en que se dio por finalizada la misión.
El 11 de octubre, luego de varias correcciones a la órbita
que la fueron llevando cada vez más cerca del planeta, se realizó la última
corrección, para dos días después, caer, entrando en la insoportable atmósfera
de Venus, desintegrándose, aunque existen dudas sobre si algunas pieza hubiesen
soportado y llegado al suelo.
Aquí alguna de las sorprendentes fotografías de las Magallanes, coloreadas en base a las fotos de las Venera e incluso, alguna generada en perspectiva por computadora, en base a los datos de Magallanes.
Fotos: NASA / JPL